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Las mujeres más fuertes que he conocido,
no hacían deporte, ni falta que les hacía.
Se levantaban temprano para poner lavadoras
preparar la comida y cuidar de sus hijos.
Y aunque tuvieran fiebre o cansancio
sonreian con el alma rota.
Las mujeres más inteligentes que he conocido,
no tenían estudios, pero las veía haciendo cuentas
para poder llegar a fin de mes
y zurcian calcetines y arreglaban pantalones
y preparaban comidas para tres,
donde terminaban comiendo seis.
Las mujeres más bellas que he conocido,
no aparecían en revistas ni pasarelas.
Las veía tirando del cochecito de un niño,
sin maquillaje pero con la mejor de sus sonrisas.
Les aseguro que esas mujeres no eran maestras
pero aprendí de ellas las mejores lecciones de mi vida
Mujeres que no eran licenciadas en medicina
pero aunque no exista ninguna explicación científica,
ellas te curaban las heridas de las rodillas
con un simple beso, huian tus miedos, cuando te abrazaban y desaparecían todas las penas
cuando te sonreían."
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