RECETAS DE MASCARILLAS HECHAS EN CASA

Piénsalo Los productos de belleza hechos en casa serán completamente naturales. 

manos a la obra.

Limpiadores

LIMPIEZA TOTAL Uno de los métodos más antiguos para limpiar el rostro es con el uso de aceite. Esto es especialmente benéfico para pieles maduras, que tienden a ser resecas. Aplica una capa delgada de aceite de almendras o girasol en todo tu rostro, incluyendo el cuello y los párpados, y frótalo delicadamente durante un minuto o dos. Retíralo con un algodón.

LIMPIEZA A VAPOR QUE TE DEJA RADIANTE Vierte agua hirviendo en un recipiente. Agrega el jugo de medio limón y unas gotas de agua de rosas - si lo deseas puedes agregar también algunos pétalos de rosa. Coloca tu cara sobre el vapor (cuelga una toalla sobre tu cabeza y el recipiente para atrapar los vapores) durante uno o dos minutos. Sécala suavemente.

Exfoliantes y mascarillas faciales

EXFOLIANTE DE AVENA Prueba este delicado exfoliante si tienes piel sensible: Mezcla dos cucharaditas copeteadas de avena con dos cucharaditas de doble crema. Aplica la mezcla en la piel con un leve movimiento circular para desprender las células de piel muertas, y enjuaga.

MASCARILLA DE FRESAS Y YOGURT Las fresas y el yogurt contienen pequeñas cantidades de fruta y ácidos lácticos, que hidratan y exfolian suavemente la piel. Estos ácidos también suavizan la aparición de pigmentaciones y con el tiempo pueden desvanecer las manchas de la edad. Distribuye uniformemente 1/4 de taza de yogurt de fresa (de preferencia que sea orgánico) sobre la piel limpia, evitando los ojos. Deja reposar de 20 a 30 minutos, después limpia con un pañuelo desechable y enjuaga bien.

MASCARILLA DE AGUACATE Para reconstituir la piel cansada, machaca medio aguacate y aplícalo como mascarilla. Déjalo reposar por 20 minutos. Enjuaga bien con agua tibia y una toalla facial.

MASCARILLA DE ALMENDRAS, MIEL, LECHE Y ALOE Esta mascarilla es muy hidratante, perfecta para la piel reseca. Vas a necesitar una planta de aloe vera viva, sólo toma algunas hojas y muélelas para extraer el gel. Mezcla 1 cucharadita de polvo de leche orgánica con 1 cucharadita de almendras orgánicas molidas. Agrega una cucharada sopera de miel orgánica y 1 cucharadita de gel de aloe vera orgánico. Finalmente, agrega a la mezcla dos gotas de aceite de neroli y distribúyela sobre tu rostro. Deja reposar durante 10 a 15 minutos. Enjuaga bien con agua tibia y una toalla facial. Estas cantidades serán suficientes para dos a tres tratamientos, y duran dos semanas en un contenedor hermético dentro del refrigerador.

EXFOLIANTE DE LIMÓN PARA LOS LABIOS Mezcla 1/2 cucharadita de mayonesa, 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y 1/4 de cucharadita de jugo de limón hasta que esté uniforme. Frota la mezcla suavemente sobre los labios con un cepillo dental de cerdas suaves en un movimiento circular. El jugo de limón actuará como un exfoliante suave para tus labios y desprenderá naturalmente las células de piel muerta.

EXFOLIANTE DE CAFÉ Mezcla 6 cucharadas soperas de café molido con 1/4 de taza de aceite de oliva extravirgen. La mezcla debe parecer un lodo grueso. Aplica una porción generosa sobre tu piel - cuerpo o cara - y frota. Este exfoliante se mantendrá fresco durante dos semanas en un contenedor hermético a temperatura ambiente

Nota: El café molido debe quedar muy fino. Pasa los granos dos veces por un molino de café si es necesario.

PASTA DE CÚRCUMA Y MIEL PARA MANCHAS E IMPERFECCIONES Mezcla dos cucharaditas de miel líquida con 1/4 de cucharadita de sal marina fina y 1 cucharadita de cúrcuma para formar una pasta fina. Aplica la pasta a las manchas de la piel cada noche y déjala hasta por 30 minutos o inclusive toda la noche.

SUAVIZADOR DE LABIOS Aplica aceite de almendras a tus labios y a la piel alrededor para mantener esa zona tersa e hidratada.

OJOS BRILLANTES Mezcla dos cucharaditas de pepino rallado con una cucharadita de leche en polvo para formar una pasta espesa. Cierra los ojos y aplica la pasta en los párpados superior e inferior. Déjala reposar durante 10 minutos y enjuaga suavemente con un algodón húmedo.